La norma permite la creación de una nueva tarifa regulada de gas para las calderas comunitarias, una medida con un potencial de beneficiarios de 1,7 millones de hogares y que permitirá rebajar el coste del consumo de gas en un 50%. Esta nueva tarifa está condicionada a que las comunidades de propietarios instalen termostatos individuales antes de finales de septiembre de 2023.